Las Cuadrillas de San Martín cumplieron 280 años

Asiste al IV Salón de Arte Llanero. Del 3 al 7 de diciembre de 2015.

Así se vivió la jornada electoral.

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2/07/2012

DEMONIO HUMANO

Por: Busujima Jorge 

No creo en Dios, ni tampoco en su contraparte oscura Satanás, Lucifer, el diablo; llámenlo como quieran, para mí solo representan una sarta de falacias y mentiras, creadas para cegar al mundo y mantenerlo con promesas vacías y sin fundamento de una gratificación eterna o de un castigo infinito, por la senda del “bien”. Un yugo histórico que cada día aprieta mas y mas las gargantas de los creyentes hasta asfixiarlos en un festín de prohibiciones y limitaciones “divinas”, que evitan que vean el sufrimiento que se causan y que muchas veces no permite que sobresalgan y se superen.

Pero esto, que en realidad no sé lo que es, si un texto, un pensamiento o un discurso, no lo hago para empezar ninguna discusión sobre la fé, al contrario, muchas veces envidio a aquellos que la tienen, pero no una fé enfermiza y dañina para los demás, sino una verdadera que logre cambiar distintos aspectos negativos de las personas. No obstante si quiero dejar claro que no creo en Dios, ni en el Demonio, creo en las personas y en la libertad que tenemos todos de hacer el bien, como también de hacer el mal; aunque después de investigar algunos significados de la palabra “Demonio”, he llegado a la conclusión de creer en los que yo describo como demonios disfrazados de humanos o “Demonios Humanos”, esos que caminan entre nosotros y utilizan su posición y su poder para complacer sus propias ambiciones, frustrando e hiriendo a los demás sin importarles.

Entre nosotros compañeros camina uno, y el poder que tiene le da libertad y como un enfermizo y asqueroso titiritero, mueve los hilos en búsqueda de satisfacer sus deseos lujuriosos con hombres jóvenes de buen corazón de nuestra sociedad. Pero yo he visto tu rostro y sé tu nombre y te digo que: como yo, muchos más conocen tus fechorías, crees que has ganado, que te has salido con la tuya, pero no es así, solo estamos esperando a que tu confianza y tu ego te sigan elevando y te creas inmune, intocable si lo prefieres, para que en ese momento todos nosotros gritemos tu nombre y tus perversiones, y el trono en el que te sientas se desintegre y caigas de tan alto y tan fuerte que ni tu farsa de fé te ayudará a salir del oscuro abismo al que caerás; humillación, escarnio público, desesperación y arrepentimiento será lo único que lograrás sentir desde allí, y aunque no lo creas yo, como muchos otros disfrutaremos de tu caída por todo el daño que has causado.

…Solo sigue así y espera, podrás ver lo que el futuro que has sembrado te depara...

Señales



4° Capitulo: El Jefe

Por: Manuel Torres.


Me seque las pocas gotas estancadas en mi rostro con el brazo, tome aire, me dirige hacia el parqueadero, saque mi auto, pensé en mi jefe y solté una gran carcajada. Estaba tan ansioso por verla la cara al cretino cuando se enterara que no tenía ningún proyecto para la presentación aunque podía crear una buena idea, no quería regalarle mi ingenio a una empresa tan mediocre, de cierta manera tenía esperanzas de que me despidieran pero necesitaba el dinero, la renta era puntual y mi estómago mantenía contantes las suplicas de hambre.


Un semáforo se puso rojo, frene con mucha calma, estaba tan sereno sabiendo que con seguridad me iban a despedir, mi oficina se acercaba, el sentimiento de preocupación envuelto en ironía, sarcasmo y un toque de venganza, se acumulaba en todo mi cuerpo, podía saborear la ira de mi jefe hacia mí, preparaba en mi rostro una gran expresión de cinismo y una sonrisa tan burlona,esperando golpear tan fuerte el ego de mi jefe que le provocaría un paro cardiaco, claro, si tengo buena suerte.

Estacione el auto al otro lado del edificio, tome mi maletín y con una gran sonrisa en mi rostro me dirigí hacia mi trabajo. Salude a los guardias de seguridad, tome el ascensor, llegue a la oficina, di unos pasos, cuando escuche la voz fastidiosa y algo demoniaca de mi jefemencionar mi apellido.

Galloway, Al fin llegas. -me grito el Señor Marcus Blake, mi odioso jefe.

Señor Blake, ¿qué tal su mañana? –le pregunte sarcásticamente.

Bien y estará mejor si me facilitas el proyecto para la industria australiana.
–me contesto con tono de preocupación.

Pues,  lamento decepcionarlo pero Australia se quedara sin proyectos agro-ambientales en sus industrias por un tiempo. –le dije, con un tono burlón y una gran sonrisa que expresaba triunfo.

Mi jefe se ofusco en ese momento, cambio de colores, frunció tanto el ceño que su rostro parecía de caucho, me tomo del cuello de mi camisa, me jalo y frente a frente me dijo con voz de ira y desesperación:

No sea estúpido, Galloway, deje sus chistes para otro día y entrégueme el proyecto ahora o…

¿O qué?, me va a despedir, pues hágalo. –le interrumpí su discurso barato.

Estoy hablando enserio, Galloway, no me provoque. –me refuto señalándome con el dedo.

Yo también hablo enserio cuando digo que no tengo un proyecto para la industria y si me pregunta porque, pues es simple, no se me dio la gran puta gana.

Galloway, eres un hijo de puta. – dijo mi jefe, casi sin aire.

Ja ja ja, su madre no se queda atrás, cretino. –me le burle con esas palabras al señor Blake.

Sal ahora mismo de este edificio, si no quieres que te arruine la vida. –me dijo iracundo el señor Blake.

Me di la vuelta, tome las pocas cosas que habían en mi oficina, salí poco a poco, con una expresión de alegría y cinismo marcada en mi rostro, me sentía como un bufón cuando engañaba de la forma más cruel al rey de una enorme comarca, mire a mi jefe, le sonreí, el seguía ahí parado apretando los puño, mirándome con ira y ganas de asesinarme. Me despedí de Eliot Campbell, a él lo puedo clasificar como un buen compañero de trabajo además de ser un viejo e incondicional amigo en mi vida, nos conocemos desde que éramos niños y por una extraña razón, la vida nos juntó de nuevo en esta empresa, mas adelante hablaremos de él. Tome el ascensor, me sentía reconfortado, mi cuerpo estaba satisfecho, al fin había botado todo ese odio que sentía en mi corazón, pobre Señor Blake, pago los platos rotos de mis sufrimientos en el pasado, me reí a carcajadas mientras bajaba por el ascensor, me baje de este, me despedí de los guardias, una sensación de dicha llenaba mi ser. Camine hasta mi auto, cada vez la alegría era más grande, entre a mi auto, lo encendí y maneje súbitamente, pensaba en todo lo que había pasado hace unos momentos, me burle de mi jefe con una risa casi malvada, pensé en Eliot y el sermón que me esperaba por parte suya, igual seguí riendo, ahora tenía que buscar otro trabajo, en mis bolsillos no había mucho dinero pero el señor Blake tenía que subsidiarme, otra gran carcajada salió de mí, sabía que el imbécil de mi jefe todavía me debía dinero por mi trabajo, seguí riendo, encendí el auto, me encamine hacia las afueras de la ciudad, coloque algo de música, tarareaba las canciones mientras conducía, la risa burlona se escapa de mi boca, a veces no podía creer lo que había hecho, llegue a una sabana verdosa con pequeñas mesetas y algunos árboles con muy pocas hojas, me estacione a un lado de la carretera, me puse fuera del auto, cerré la puerta, me recosté sobre el vehículo, di un gran suspiro, mire hacia el cielo, unas carcajadas brotaron de mi boca sin control, me reía sin parar, algunas lágrimas salían de mis ojos, pase así horas enteras, cuando por fin me calme, mire de nuevo el cielo ya se estaba tornando gris, estaba anocheciendo, luego mire hacia el prado que estaba delante de mí, suspire y gritando dije: “Gracias, Señor Blake, gracias”.

Señales

3° Entrega: La sombra

Por: Manuel Torres.

Abrí los ojos, mire el reloj, la pereza me tentaba a seguir durmiendo pero quería verle la expresión de desaparición a mi jefe por no tener un proyecto que presentar. Me levanté lentamente de mi cama, las cobijas me invitaban a acostarme, tome una toalla y me dirigí hacia el baño, comencé a cepillarme los dientes, cuando de repente, reflejado por el espejo, vi una silueta oscura, una especie de sombra que pasaba rápidamente detrás de mí, volteé mi rostro y no había nada. Escupí el resto de crema dental que me quedaba en la boca y corrí a la sala de visitas para tratar de identificar lo que había acabo de pasar, se encontraba todo en total y completo orden.

–Debo estar loco – pensé, pero no, estaba seguro de que algo pasó por mi espalda.
–¿Qué carajos fue eso? Seguía hablando para mí mismo, en ese momento pensé en la sonrisa, de aquella, débil y frágil niña.

Me desnude, entre a la ducha, me quede parado, esperando a que el agua recorriera  todo mi cuerpo libremente, que inundara mis poros, que refrescara mi rostro, me moje en total silencio, cuando de repente escuche murmullos que venían desde mi cuarto. Primero pensé que mi imaginación estaba jugando con mi mente, pero pasó de nuevo, ahora lo escuchaba más claro, pero lo ignore, no quería sugestionarme con nada. Terminé de bañarme, tomé la toalla sequé mi cuerpo, sacudí mi cabeza y luego me sequé el cabello, en ese momento sentí que algo o alguien estaba parado delante mío, levanté rápidamente el rostro pero no había nada, me enrolle en la toalla, salí del baño para ponerme algo de ropa, me senté frente al closet, lo abrí, escogí lo que debía ponerme para la reunión, comencé a vestirme prenda por prenda, había mucho silencio. Escuchaba las gotas caer encima del sifón, el ruido del motor de la nevera al enfriarse y el rozar de mi piel cuando se frota con la tela. Primero las medias, blancas por supuesto, después vestí mi pie izquierdo, la otra media blanca cubrió mi pie desnudo, luego busque el otro zapato con la mano pero no estaba, mire encima de la cama y debajo de ella, aún no lo encontraba. Me puse de pie, observe la habitación por todas partes, no lo vi por ningún lado. Estaba más que seguro que lo había dejado encima de la cama, salí del cuarto, lo busqué por todos lados, me estacioné frente al baño, el goteo del grifo era constante, el zapato yacía en la mitad de la ducha, casi flotante por el pequeño charco de agua.

¿Cómo diablos llego el zapato ahí? –Me pregunte a mismo, rascándome la cabeza y sujetando el zapato con la mano, bueno al menos ya lo había encontrado. Me disponía a salir de nuevo del baño, agitando el zapato, con mi media blanca algo húmeda y tal vez sucia por caminar con ella, en ese momento la puerta de mi habitación se cerró de golpe, un gran estruendo se escuchó dentro de ella, corrí hasta allí, abría la puerta y todo mi cuarto estaba totalmente desordenado, era como si un tornado hubiese pasado por ahí y dejado todo patas arriba. Los cuadros de las paredes estaban en el suelo, toda la ropa del closet tirada alrededor del cuarto, mi cama fuera de su sitio, las mesitas de noche sin cajones  y sus lámparas al otro extremo de la habitación. Estaba atónito, con escalofríos y una sensación de pánico invadía todo mi cuerpo, mis músculos totalmente inmovilizados, trague saliva lentamente y seguía observando el caos que estaba a mí alrededor.

¡Ay!, ¿pero qué…? ¿Qué? –grite, estaba en el suelo, algo me había empujado, mire hacia la puerta y vi una sombra grisácea correr hacia la sala, trague saliva de nuevo, me pare muy furioso, corrí hasta el otro recinto, tenía que haber una explicación, buscando algo que no sabía que era pero no lo encontré, todo estaba en silencio, intacto, nada fuera de lo normal.

Entre de nuevo a la habitación, tome el zapato, me lo puse de una forma fugaz, salí rápido de la habitación, me dirigí hacia la cocina, tenia escalofríos, saque una comida instantánea de la nevera, la puse a calentar en el horno microondas, escuche un fuerte golpe venia del final del pasillo, no quise voltear a ver, seguí concentrado en la preparación de mi desayuno, tome la cafetera, agregue café en polvo, azúcar, me acerque a la nevera para sacar algo de leche, la vertí dentro del recipiente y la deje calentado. De repente, otra vez el golpe, esta vez más fuerte y más cerca, una sensación de frialdad recorrió de arriba abajo mi cuerpo, mi mente decía: ¡voltea!, pero mi cuerpo no respondía estaba totalmente paralizado. Respire, cerré los ojos, oí uno pasos detrás míos, sentía que algo me observaba, no estaba solo en la habitación, tome un plato, un pocillo y serví mi desayuno, me quede con ellos en la mano, pensando en si me sentaba en la mesa o no, tenía que hacerlo, los cubiertos estaba en ella aunque del miedo podía comer con las manos y luego lavármelas, sonreí, el miedo desaparecía, mi cuerpo se relajaba, cuando de pronto alguien respiraba detrás de mí cuello. Era una respiración agitada, furiosa, ansiosa y desesperada, el sudor salía de mis poros, mis venas se brotaron de tanta tensión en mis músculos, arrugue mi cara, quería salir corriendo pero parecía que mis zapatos estaban sujetos al suelo. La respiración no paraba, mis dos manos suspendidas en el aire con el plato y el pocillo se comenzaban a cansar, me harte de eso, di un gran suspiro, gire mi cuerpo, la respiración desapareció, no había absolutamente nada, coloque mi desayuno encima de la mesa, me senté, comencé a comer, el golpe aún más fuerte se escuchó, esta vez más cerca, era como si alguien se botara desde el techo y cayera en el suelo con mucha fuerza, quede pasmado por unos segundos, seguí comiendo lo hacia lo más rápido que podía, di el ultimo sorbo al café, me levante con todo en la mano, puse los platos en el fregadero, di media vuelta y vi correr una sombra desde el pasillo hasta la sala de estar donde se desvaneció llegando a la ventana.

Trague un buena cantidad de saliva, me restregué los ojos tal vez me estaban fallando, fui a mi cuarto nuevamente tome mi chaqueta, mi maletín con todos los papeles, las llaves del apartamento, camina lento pero tensionado, sentí que alguien me seguía, que me observaban, llegue hasta la puerta de salida de mi pequeño hogar, me revise por si se me olvidaba algo, pero todo estaba en orden, bueno exceptuando lo que había acabado de suceder, escuche un chirrido, cerré los ojos, gire mi cabeza hacia atrás, vi como la ventana se abría muy despacio como luchando con el viento, abrí con agilidad la puerta, salí del apartamento, levante la mirada, ahí fue cuando la vi, una figura como un rostro, parecía un hombre de cabello un poco largo con cenizas en él, su rostro tenia manchas sucias y negras, en su mirada se podía distinguir entre la ira y la ansiedad. Mi corazón se aceleró, la figura no se movía, solo me observaba, respirando bruscamente, no podía ver muy bien su cuerpo pero era como una capa larga y negra llena de cenizas, la adrenalina comenzó a fluir por mas venas, tome una bocanada de aire y dije casi gritando: -¿Quién eres?, y la figura se desvaneció, se trasformó en una sombra y luego se esfumo. Mi maletín cayó al suelo, empuñe mis manos, mi cuerpo no soportaba el miedo que lo penetraba, cerré la puerta con ira y recosté mi brazo junto con mi cabeza encima de ella, di un suspiro de consternación pero a la vez de tranquilidad, varias lágrimas brotaron de mis ojos.

2/06/2012

Así se comunican los jóvenes

Por: Paula Vargas, Camila Grajales.






Los jóvenes piensan en tecnología de punta y que sea la más avanzada para sus vidas; de lo cual no saben qué está detrás del computador, del teléfono inteligente, o hasta del “inofensivo celular”. Los jóvenes cada vez se comunican de una forma peculiar: íconos, símbolos y abreviaturas que entre ellos entienden. Por eso se hace menos entendible el verdadero mensaje. La jerga que ellos utilizan es el reflejo del momento cultural que están viviendo. Es entendible que al paso del tiempo las sociedades avancen y con ella se presenten cambios desde lo físico hasta lo intangible.

La era digital, trajo consigo el estilo de acortar y aligerar por tiempo y espacio. Las modas y tendencias de diferentes grupos culturales, ahora conocidas por el fenómeno de la globalización, dejan nuevas palabras y expresiones; así como un nuevo lenguaje corporal.

Es común observar en las redes sociales símbolos que identifican la realidad a la cual todos se “acomodan” y a la que irá transformándose poco a poco, para bien o para mal. Cada uno busca su forma adecuada de comunicación, lo que algunos no saben es que ofenden a la lengua española.

2/05/2012

¡SEDE-scuidó la construcción!

¡SEDEscuidó la construcción!

Por: Belkis Yisell  Reyes Rentería.

En el año 2004 llego a Villavicencio la Universidad Minuto de Dios abriendo sus puertas a los llaneros con la proyección de ofrecer programas tecnologicos y universitarios que les permitieran cumplir cada uno de sus sueños.
Cabe resaltar que cuando se dio apertura a la universidad la demanda de estudiantes era muy poca, debido a que en la región existían universidades con más prestigio, pero ésto no fue impedimento para que la Corporación Universitaria Minuto de Dios diera inicio a sus clases, con los programas de Comunicación Social-Periodismo, Ingeniería de Sistemas y la tecnología en Comunicación Gráfica.
Los años fueron pasando y los estudiantes aumentando, pero para desgracias de los mismos no tenian una sede digna, lo que los obligo a recurrir al alquiler de salones en los diferentes colegios de la cuiudad.
aPara muchos esto esta incómodo debido a las dificultades con el traslado, además de arriesgado, pues la ubicación de los colegios no era la más adecuada, lo que ocasionó que varios estudiantes fueran victimas de actos delictivos.
La primera sede de la Uniminuto estaba ubicada en el barrio San Benito, acogedora para el número de estudiantes que había ese entonces, pero se hizo pequeña para la cantidad de estudiantes que fueron ingresando a la institución, situación que obligó a que luego de dos años de haber abierto sus puertas se trasladara al centro, un camino que mejoro la situación pero no dio solución total al mismo, pues el número de salones no era, ni es suficiente para la cantidad de estudiantes.
Han pasado ocho años desde que la Universidad Minuto de Dios abrieraSede en la capital del Meta, donde no sólo le dio oportunidad de estudio a los llaneros sino que también la oferta laboral para los profesionales aumentó. Pero como no todo lo que brilla es oro, las cosas no cambian desde el 2004 que inició ya que aumentó el número de estudiantes y así el número de colegios alquilados, y ¿ qué paso con la sede que se viene construyendo desde más o menos 6 años? Ésta es la pregunta de todos los estudiantes que ya estan terminando sus carreras y terminaron viendo clases en todos los colegios de Villavicencio menos la Sede que algún día se les prometio.